Amor es aventurarse juntos

Planeado varias veces, y pospuesto por el tiempo y las elecciones.

Finalmente salio, recibimos el mensaje confirmando que abrían el fin de semana.

No nos levantamos tan temprano como pensábamos porque siempre los sábados estamos despiertos hasta mas tarde.

Preparamos mate, ropa cómoda, llevamos una mochila con mandarinas, manzanas, algunos refuerzos y agua.

En la ruta interbalnearia km 89, paraje los cardos, se encuentra la entrada, traspasamos las porteras, nos tuvimos que registrar cosa muy prudente que no sucedió en el cerro Pan de azúcar, por cualquier inconveniente dejamos nuestro número de cel, y llevamos el de la guardaparque, también recibimos una pequeña charla, acerca del cuidado a observar si se encontraran víboras, un mapa del camino y una bolsita para ocuparnos de los desperdicios. La cierra no lo merece, aclaró me gusto su mención.

En este paseo teníamos dos opciones, ambas llevan 8 horas, como llegamos tarde no daba el tiempo para los dos. y como aún es época de lluvias elegimos el Cañadon de los espejos para ver los saltos de agua.Y dejamos el cerro propiamente dicho para otro viaje.

Emprendimos el viaje por un sendero empedrado por una galería de árboles de gran variedad, pasamos algunos claros, llegamos a unos cerritos, pero aun la subida fue a buena marcha. Comenzamos a bordear el arroyo y llegamos al primer espejo de agua, llamado de la cuevita, unos minutos mas y nos encontramos con el espejo el guardián y finalmente el de la luna, el agua corría bulliciosa, y fresca.

Intentamos subir, para ver todo desde arriba, por un camino no marcado, pero era muy resbaladizo y nada casi de donde tomarse, luego de varias resbaladas, junto con una parejita que encontramos decidimos, seguir los caminos establecidos, que aunque barrosos y resbaladizos, no tenían tanta altura.

Retrocedimos al espejo de cañadon para almorzar y yo me tome un pequeño baño el agua estaba mas bien fría, pero muy agradable debido al contaste con el calor que la marcha nos había dado.

Demás esta decir que tomamos fotos y filmamos, Cuando marchábamos el regreso un caminito nos tentó nuevamente, a pesar del barro caminamos bastante, pero no llegamos a ningún lado y decidimos volver a retroceder, seguramente es para uso interno de los propietarios dado que el paseo es propiedad de un particular.

Continuamos con el retorno, vimos unos naranjos y Fernando todo un felino trepo a un árbol contiguo y el viejo y alto naranjo nos regalo dos deliciosas naranjas.

El paseo incluido el descanso nos llevo casi 4 horas, bajamos demás esta decir cansados y contentos.

Tomamos nuevamente la carretera, pasamos por cerros azules y su reserva de caimanes, y vimos que allí hay un Museo de Indios, debido al barro de nuestra ropa lo dejamos para un próximo viaje.

Llegamos la tarde aun de verano, hermosa, nos sentamos en nuestro parque, cada día mas lindo por el color que la primavera y sus flores dan y el olorcito a pasto recién cortado, a tomarnos una bien fría cerveza. ¿Merecida no?

Fernando y Estela

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