Domingo de Baketbol

Domingo, helado y lluvioso, con alerta naranja, y recomendaciones de no salir, me pides ir al partido?
Estaba en el cafecito al lado del fuego de la estufa, la pereza me invade un poco pero me enfundo en el saco y una gran bufanda y arranco.
La abuela asustada porque salíamos con la alerta que al fin no paso de un gran viento.
Cuando llegue me encontré con tres jóvenes vecinas nuestras y las saludo y le preguntó que andan haciendo y me dicen venimos a ver a Germán. Así que aparte de Mamá tú mayor admiradora tenes ya tres alentadoras jajaj.
El partido empezó el primer tiempo te luciste y me alegro de apreciar que las horas de práctica que realizas están dando sus frutos, te note mucho más relajado en la cancha disfrutando mucho el juego.
El frio era solo en las tribunas, abajo el calor crecía, por suerte me toca decir que ganaron.
Y yo recibí una sorpresa cuando mi Fernando se apareció con un mate calentito para acompañarme a apoyarte en tu deporte favorito.
Me alegro de haberte acompañado y escucharte la alegría en el auto a la vuelta, por tus puntos y la diversión.
A veces la rutina inevitable nos impide participar, a veces nos gana el desgano de movernos cuando tenemos un minuto para nosotros, pero cada vez que tú me pides participar lo disfruto porque eres una de las personas más importantes de mi vida y compartir estos momentos, crear estos recuerdos antes de que vueles a tu vida adulta no tienen precio.
Solo unos minutos del juego, como recuerdo aquí, el momento para siempre en nuestros recuerdos.




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