martes, 21 de agosto de 2012
Las motos, sueños,vertigo e imsomnios
Te veo Germán ir y venir en tu motito, y me trajo el recuerdo de las primeras veces que anduve en moto.
Recuerdo que Myrna se compro una moto honda 50 flamante amarilla, Porque motivo le pusimos la Carolina no sé.
Las queridas honditas 50 hoy casi no se ven en la calle han tenido que ceder su lugar a motos
más poderosas.
Recuerdo mis ansias por andar en esa moto, cuatro años menor que mi hermana y estudiando aún mi propia moto era algo muy alejado aun para mí, pero era un sueño que no se quitaba de mi mente. Quería andar en moto.
Myrna trabajaba por esas épocas bastante y luego claro salía, así que la única hora que podía prestármela era muy temprano en la mañana, recuerdo como si fuera a hoy que me levantaba temprano, a dar unas vueltas al barrio, nadie en las calles, mis manos sin guantes totalmente heladas, pero iba como desafiando el viento (lo que sería en esa época 40km la hora a lo sumo) y me sentía libre y feliz.
Miraba el reloj ya casi su hora de salir a trabajar dejaba el asfalto para los coches que comenzaban a despertar al día, el viento y el frío quedaban un rato en mis huesos, ella se iba a trabajar y yo me acostaba a repasar mis materias, del día.
Ah la Carolina, un día la robaron fue un duelo de varios días hasta que como por obra del destino la encontraron. Esa es otra historia…
Cuando te digo ve con cuidado, recuerdo mis aventuras a 40 km, pero estas motos de hoy son más veloces, los días de lluvia muy pantanosos, no rezongues y cuídate que no creas no te entiendo pero respiro cuando te siento llegar.
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