Como muchas, cuando mis hijos aún eran pequeños continúe con mi vida laboral tradicional.
Creo que todas me entienden por las cosas que pasamos sin contar con nuestra ausencia en los primeros años más importantes de nuestros hijos.
Niñeras que tema, primero encontrar alguien confiable y bien recomendado a quien deja nuestros tesoros, días y días de búsqueda hasta que seleccionamos la que consideramos más adecuada para la labor.
Tenemos que contar indiscutiblemente con ellas, pero que sucede cuando llega nuestra hora de partir y ellas se retrasan o faltan, recuerdo incontables veces salir con ellos envueltos a casa de alguna de las abuelas, cayéndole de sorpresa, luego corriendo al trabajo porque nosotros cumplimos seriamente con nuestros horarios de trabajo.
Toda una proeza cumplimos las mujeres que trabajamos afuera y tenemos familia, cuando están enfermos y nos piden mami quédate, y uno lucha contra la situación, y creemos tomar el camino correcto, dejándolos con alguien confiable y confortables cuando ellos nos necesitan a nosotros solo para sentirnos cerca, y alla vamos a cumplir nuestro horario por responsabilidad nada más, no por falta de deseos de quedarnos a su lado .
Hoy día al mirar atrás me gustaría que alguien me hubiera planteado un negocio que se pudiera desarrollar desde casa, no era el momento tecnológico tal vez, o aquí llega más lento.
Hoy habría echo las cosas diferentes la hubiera luchado por ellos de la misma manera, pero a su lado.
Pero nunca es tarde ahora lucho por el tiempo libre en casa como nunca, como lo hubiera hecho antes, y cada vez estoy más cerca de mi meta.
Pero no dejo de pensar si hubiera empezando antes, ya sería libre económicamente y mi tiempo ya sería todo mío y de mi familia.
Si te reconoces un poco en mí, no dejes pasar la oportunidad de iniciarte ya en un negocio de futuro y desde casa.
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